No le digas a nadie lo que estás pidiendo o lo que estás logrando. Mantén tus asuntos espirituales en reserva.
Mantén tus proyectos callados hasta que tengan tiempo de manifestrase. La injerencia de otras mentes en tus asuntos puede desbaratar la manifestacín.
Cuando Jesús sanaba a alguien le pedía que no dijese nada.
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