INTRODUCCION

Amigos, cuando comencé con la idea de crear un blog sobre Metafísica, el mismo no tenía un propósito definido. Eso fue surgiendo con el correr del tiempo... Y a medida que me iniciaba en el camino del autoconocimiento, sentí la necesidad de compartir notas y mensajes que leía en los libros y lo aprendido por mi facilitadora y obviamente mis propias experiencias. Así se fué construyendo éste espacio donde comparto lo que me nace del corazón, siguiendo la línea de lo enseñado por Conny Mendez, Emmet Fox, Ruben Cedeño. Espero que disfruten del contenido y que les sea de utilidad práctica.

APRENDIENDO A DESARROLLAR CONCIENCIA



La mayoría de las veces actuamos por inconsciencia, que es no darnos cuenta de las cosas; actuar sin conocimiento, sin reflexión, ignorantemente, desinformados, dormidos, superfluamente, sin profundidad, sin conocernos, sin claridad en la profesión, en la sexualidad, el camino espiritual escogido, la relación familiar y el lugar donde vivimos.

Podemos dejar de estar inconscientes. Cuando hay libertad de actuar, descubrir, investigar y darse cuenta, se desarrolla la Conciencia. El apuro, hablar en demasía, el desorden físico y mental, el exceso de trabajo, el estrés, la ingestión de alcohol, cigarrillos y drogas, nubla la percepción autoconsciente, produce inconsciencia, y esta causa sufrimientos.

Mientras vivimos en conflicto, no podemos conocernos ni tener conciencia.  Al no estar claros, actuar sin autoconsciencia, la vida es un caos, generamos sufrimientos, e incluso estamos inconscientes de que sufrimos, porque es tanto el desastre, que no percibimos la confusión; tenemos traumas, complejos, pero creemos que son los demás los que están mal. Esto se traduce en rechazo y terquedad. El estar mal con el entorno produce rebeldía, desorden y desobediencia. No estar claros en un punto de la vida hace que, por Principio de Vibración, no estemos claros en muchas cosas más.

Concienciemos: “Yo Soy el punto de conciencia por donde Dios se da cuenta del mundo”. Conciencia es darnos cuenta de las cosas, el reconocimiento de la realidad, lo que está sucediendo alrededor y dentro de nosotros, lo que estamos haciendo, las cosas que nos rodean, lo que vemos y percibimos, el conocimiento que tenemos, las percepciones, ideas, sentimientos y deseos, donde estamos, las características de todo, cómo son y qué son las cosas, qué significan, sin que nadie nos las diga.

Es lo contrario de estar dormidos, inconscientes y distraídos, ignorando. Tenemos dos ámbitos de consciencia: el externo y el interno. Este último es darnos cuenta de la esencia de nuestro SER DIVINO.

Sentémonos solos donde nadie nos perturbe, a darnos cuenta, a concienciar. Esto es algo místico. Concienciemos, observemos, descubramos dónde está el centro de consciencia, la fuente que nos hace pensar dentro de nosotros, que se identifica y dice: “YO SOY”. Eso es Conciencia. El Cristo actúa a través de la conciencia, dependiendo de la observación, de lo que nos demos cuenta y observemos.

La “Consciencia Despierta” no la tiene el que estudia la “Enseñanza Espiritual”, si no el que se da cuenta de las cosas, sea místico o no.

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