1º Busca primero el Reino de Dios
y su Justicia, y después la provisión, que de seguro te
vendrá por añadidura.
2º No te angusties por lo que has
de comer, beber o vestir; déjaselo todo a Dios, que “Dios
proveerá”.
3º Ora científicamente, decretando
y teniendo fe en que lo que vas a pedir ya lo recibiste, y no digas nada
negativo al respecto.
4º Da el diezmo, en forma de donación
amorosa, al Templo, grupo de meditación o en las charlas a las
que asistes.
5º No le debas a nadie nada.
Cinco
puntos para analizar pero mas que analizar para practicar, porque ahí
esta el secreto de esto que en realidad no tiene nada de misterioso como
muchos creen; es practicar a cabalidad cada uno de estos punto que se
exponen sin conflictos y dejando la mente quieta que es la que piensa
que si da algo se queda sin nada, recordemos a nuestro hermano San Francisco
Ruben Cedeño
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