INTRODUCCION

Amigos, cuando comencé con la idea de crear un blog sobre Metafísica, el mismo no tenía un propósito definido. Eso fue surgiendo con el correr del tiempo... Y a medida que me iniciaba en el camino del autoconocimiento, sentí la necesidad de compartir notas y mensajes que leía en los libros y lo aprendido por mi facilitadora y obviamente mis propias experiencias. Así se fué construyendo éste espacio donde comparto lo que me nace del corazón, siguiendo la línea de lo enseñado por Conny Mendez, Emmet Fox, Ruben Cedeño. Espero que disfruten del contenido y que les sea de utilidad práctica.

ACEPTANDO SOLO LO VERDADERO


Para ser positivos, triunfar en todo lo que hagamos, preponderar con el bien sobre el mal, dominar situaciones adversas, salir airoso de momentos desagradables, conozcamos la Verdad. Jesús dijo conoce la VERDAD y la VERDAD te hará libre, pero ¿Cuál es esta verdad y como lograr que impere? La VERDAD es la armonía, la justicia, lo correcto, aquello que nos hace bien a todos y se consigue negando aquello que no es la VERDAD. Debemos decir: “NO LO ACEPTO” a todo aquello que no sea la VERDAD. Cuando una cosa esta mal hecha, alguien te haga algo que no te gusta, es injusto, te ofende, perjudica, te conflictúa, te pone en inarmonía no hay porque aceptarlo ni por vergüenza, ni por el que dirán. Di: “NO LO ACEPTO”, pensando que la VERDAD es que tu verdadero SER, que es tu “Yo Soy” es perfecto, es salud, amor, perdón, armonía, justicia, alegría y salud. Para el mejor funcionamiento de nuestras vidas en general, pongamos en practica el “NO LO ACEPTO” y recordar siempre este recurso tan importante que hace magia. Hay personas que con todo el amor y entusiasmo, planifican un evento, fundan una empresa, quieren realizar un asunto, se meten en un negocio y debido a situaciones inesperadas que surgen, inconvenientes creados por los demás o por ellos mismos, falta de planificación, alteración de programas o decisiones mal tomadas imprevistamente ponen el asunto, la empresa, el evento o sus planes en peligro con amenazas de venírseles todo abajo y dócilmente, pasivamente, silenciosamente, aceptan todo el desastre que se les viene encima y como no reaccionan, se les olvida decir “NO LO ACEPTO” y no se declaran en contra del desastre y no afirman buscar o querer encontrar una solución, pierden millones invertidos, destruyen ilusiones, se les hunde el barco y así de brazos cruzados en el fatalismo depresivamente se quedan. Cuando todo parece perdido y que el fracaso es inminente acuérdate que puedes decir “NO LO ACEPTO”. 

Además de tener una actitud mental de no aceptación al fracaso, a la destrucción del proyecto, de inmediato buscaras alternativas para ver como sacas a flote aquello en que pusiste tantas energías. Hay cosas que uno hace y no son armoniosas, no benefician a nadie, son destructivas y es mejor que desaparezcan, pero si eso que deseas hacer o estas haciendo beneficia a los demás, es constructivo, no tiene odio, critica ni maledicencia, vale la pena que lo salves y si esta amenazado de desparecer, haz todo lo que este a tu alcance por salvarlo y di: “NO LO ACEPTO”, habla, defiende, argumenta, muévete, busca aliados y sálvalo. Que eso es de DIOS. Hay seres que dicen tener al maestro a su lado, mandan a los demás a revisarse sus defectos, dicen cortar con la mentira en que estaban sumidos, acusan a los demás de no evidenciar las enseñanzas que predican, señalan a la gente de tener personalidades exaltadas, acusan de infantes a los demás, les molesta que otras personas lleven años en algo, que sean famosos, que dirijan, que escriban y tengan magnetismo personal. No saben que por mas impersonales o superados que se crean en ayuda personal, están llenos de odio, rencor, traición y mentira, pero eso no importa, no es grabe, se soluciona fácil, uno debe decirles a sus negatividaades: “NO LO ACEPTO”. Lo importante no es que los demás tengan orgullo espiritual, se vanaglorien de sus logros, digan tener años en una empresa, que la gente los siga, que los idolatren, que se apropien de grupos espirituales. Lo importante es que si consideras que eso no debe ser, seas tu, el que no lo aceptes. Pero si andas aceptándole defectos a los demás, recuerda que, “en lo que tu piensas en eso te convierte”, “donde pones tu atención allí estas” y si andas pendiente de los defectos de los otros, te estas convirtiendo en esos defectos. No hace falta que estés diciendo, las faltas de los demás escribiéndolo y mandándoselo a todo el mundo, ese es un asunto tuyo y con decir para ti mismo: “NO LO ACEPTO”, tienes. No hacemos nada condenando la crítica, la intriga, el deseo de dominación, la desobediencia y la deslealtad en otras personas cuando nosotros somos los que estamos transmitiendo esa energía, como un reflejo de nuestra propia actitud. 

Cuando hablamos de crítica, no nos damos cuenta, que “al criticar la critica, estamos criticando”. Pero nada de eso es problema, di a todo aquello que no te gusta en los demás “NO LO ACEPTO”. A veces sucede, que lo que vemos en los demás como defectos, a otros les encanta y le parecen virtudes, por eso no debemos asumir la postura de abanderados de decirle supuesta verdades a los demás acusándoles defectos. Si a ti no te gusta como alguien mastica, habla, se ríe, escribe, dirige, o escribe, date cuenta que ese es sujetivo, muy tuyo y que con decir para ti mismo: “NO LO ACEPTO”, tienes. Así te proteges de no ser como esa persona que no te gusta. Los demás tienen la libertad de ser como quieran, aunque a ti te parezca que así no debe ser esa persona. Es maravilloso que mucha gente sienta deseos de unirse para orar y esto se debe promulgar, la oración salva, pero a veces nos aprovechamos de los males que otros sufren para transformarnos en líderes de situaciones y atraer la atención hacia nuestra empresa, grupo, organización o país. Esto es maravilloso pero mas fantástico es enseñarle a la gente a decir: “NO LO ACEPTO” y que la única fuente de PAZ, PODER SOLUCIONADOR esta dentro de nosotros en el poder de nuestras afirmaciones, reconociendo la VERDAD, centrándonos en nuestro CRISTO.

Autor: Ruben Cedeño Buenos Aires 2003.

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