INTRODUCCION

Amigos, cuando comencé con la idea de crear un blog sobre Metafísica, el mismo no tenía un propósito definido. Eso fue surgiendo con el correr del tiempo... Y a medida que me iniciaba en el camino del autoconocimiento, sentí la necesidad de compartir notas y mensajes que leía en los libros y lo aprendido por mi facilitadora y obviamente mis propias experiencias. Así se fué construyendo éste espacio donde comparto lo que me nace del corazón, siguiendo la línea de lo enseñado por Conny Mendez, Emmet Fox, Ruben Cedeño. Espero que disfruten del contenido y que les sea de utilidad práctica.

LA ENSEÑANZA ESPIRITUAL



La Enseñanza Espiritual es el compendio absoluto de todas las prácticas, filosofías y estudios religiosos, concernientes al SER, la SABIDURÍA DIVINA, DIOS  y sus Aspectos; todo lo constructivo que va más allá de lo físico, contentivo de Leyes y Poderes Ocultos, Planos Invisibles, asuntos capaces de resolver nuestros conflictos internos y externos, eliminando el sufrimiento, dando la explicación de lo que está oculto y no tiene una razón intelectual física, y que ha sido dado a través de la historia por Maestros de Sabiduría, Avatares, Religiones, Grupos y Asociaciones místicas. Es algo a lo que puede acceder toda la humanidad sin ningún tipo de obstáculos.


La Metafísica, el Cristianismo, toda religión o Grupo místico puede existir y tener un nombre particular de acuerdo a sus conveniencias, y contener la medida y forma de manejar la “Enseñanza Espiritual” como lo desee; lo que resulta imposible es que ésta sea de su propiedad exclusiva, ya que todo el que lo ha intentado afirmar, lo ha hecho, pero a sufrido un rotundo fracaso después de un tiempo, porque la Enseñanza Espiritual es algo libre que debe estar al alcance de todos.


En diversos momentos, algunas formas de espiritualidad como la Metafísica fueron enseñanzas de algo nuevo, adquirieron un nombre dado por la mente, y esta vivencia que era nueva pasó a incorporarse al pensamiento acumulado de lo conocido; allí dejó de ser algo fresco, se contaminó y se convirtió en conceptos. La Metafísica puede sostener parte de la Enseñanza Espiritual, pero ella y todas las religiones y grupos espirituales, no contienen la totalidad de la Enseñanza Espiritual, aunque proclamen poseerla. Debido a esto, la Enseñanza Espiritual no es propiedad exclusiva de nadie en especial; nos pertenece a todos por igual, seamos o no de determinada religión, grupo o sociedad espiritual.


Cada quien es libre de poseer, practicar y hasta comunicar la Enseñanza Espiritual que le permita su Estado de Conciencia. Nadie se lo puede prohibir y es un absurdo proclamarse fundadores, reveladores, poseedores o dueños de ella. Quienes lo han intentado, lo han hecho con resultado un tiempo, pero al final también han fracasado. La “Enseñanza Espiritual es Libre”. Lo que sí se puede hacer, se ha hecho y se hará, siempre con éxito y teniendo un apoyo invisible e invencible para su ejecución, es escribir y comunicarla verbalmente; si se quiere, darle diversos puntos de vistas, ampliarla o sintetizarla, amalgamarla y exponerla a placer y conveniencia para comprenderla uno mismo o hacérsela comprender a los demás. La Enseñanza Espiritual no es propiedad de nadie exclusivo; está en los libros que la contienen y puede o no tener autoridad externa, como un sacerdote, maestro, gurú o guía. Todas las religiones y grupos espirituales se alimentan de la Enseñanza Espiritual; debido a esto, es imposible que vaya contra alguna religión, grupo o sociedad mística, aunque ha sido manipulada para esto.


 La Enseñanza Espiritual es más Sagrada que todo lo que hay sobre todos los altares de los templos de la tierra, y por eso debe ser lo que más se adore, respete y tenga como primacía. Ella está en la VIDA misma; solo hay que observarla con cuidado y detenidamente. Hay quienes no pueden percibir la Enseñanza Espiritual por sí mismos; ellos la pueden encontrar en los libros que la exponen o en quienes la propagan, explicándola. Ir en contra de Ella, impedir su difusión. Cobrar por ella, robando o malversando el dinero destinado para su expansión, es una de las faltas más grandes que se pueden cometer sobre la tierra; por Principio de Causa y Efecto, esto se paga con karma de la forma más costosa. No lo hagas nunca.

OBSERVACIÓN



Observación es percatarse de algo, estar alertas, despiertos, atentos, darse cuenta de un hecho, lo que sucede, viéndolo realmente, lo que sucede fuera de nosotros y también adentro en nuestro mundo interior, sin agregarle la fantasía de la mente ni las emociones, sin los conceptos religiosos, políticos, sociales o morales que tenemos grabados.


Por observación podemos percatarnos de la Realidad, de lo que no somos y de lo que realmente somos, del Existir, la Vida,  y sus  Aspectos, la Energía y la Luz. Esto es desarrollar la OMNICIENCIA.  Al observar dejamos de ignorar.
 
La vida, nuestros pensamientos, sentimientos, todo lo que nos rodea, y todos los sucesos se pueden comprender, por medio de la OBSERVACIÓN comenzamos a conocernos a nosotros mismos, trayendo Iluminación. Cuando OBSERVAMOS adquirimos el conocimiento que a la larga se traduce en Sabiduría, y éste, finalmente, se permuta en Iluminación.


Cuando OBSERVAMOS estamos extraordinariamente vivos, alertas, sensibles, llenos de una especial vitalidad. La Consciencia de Ser se adquiere a través de la atención, la Observación comienza con la concentración viva no como algo muerto, sin vida o estático. La OBSERVACIÓN  es abierta, libre, espontánea, con entrega y plenitud a lo observado.


Nos tenemos que ocupar de vivir en ese estado de alerta, observándonos y observando las cosas que nos rodean. No pasar por alto nada, ni lo más minucioso ni los asuntos trascendentales de la vida. Para la OBSERVACIÓN no hay nada pequeño ni grande, darnos cuenta de lo que más nos debe importar: lo que somos nosotros mismos. Lo que tratamos de conseguir por medio de la observación es “Consciencia de la Realidad”, porque solamente así podemos llegar a una transformación dentro de nosotros. La única manera de salir de la inconsciencia es observándonos, haciéndonos conscientes de cómo somos, actuamos, pensamos y sentimos. Darse cuenta requiere valor, inteligencia, decisión y no molestarnos ni afectarnos por lo que descubramos en ese darnos cuenta. Vivamos con todos los sentidos puestos en lo que hacemos, como en Meditación. Observando tengamos la intuición de lo que debemos hacer. Esta es una manera importante para adelantar, diferente a ir peldaño tras peldaño, sufriendo todo lo que han padecido los demás por inconsciencia. Por las vivencias de los demás aprendamos, sin tener que sufrir, lo que los demás vivieron. Podemos aprender de nuestras Observaciones, por Sabiduría, Intuición, e Iluminación, y no por medio de golpes y regaños, para así adelantar más rápidamente y sin sufrimiento.

PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN



Dios nos ha hecho a Su imagen y semejanza, perfectos, sin problemas de salud, sin necesidades económicas, sin conflictos sentimentales, con un “PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN” que es el cumplimiento de la “VOLUNTAD DE DIOS”, que es solamente el bien, lo que vinimos a hacer en la Tierra: llegar a ser “Maestros de la Vida”, dueños de las circunstancias, expresando inteligencia; amando y recibiendo amor; siendo hermosos y elegantes; saludables y felices; prósperos, con la provisión de toda cosa buena y el total de nuestras necesidades cubiertas, sin que nos falte un centavo; libres de toda atadura. Todos tenemos un “Plan Divino de Perfección”. Cuando nos va mal es porque estamos yendo contra el “Plan Divino de Perfección”. Los sucesos no están determinados por la causalidad, el azar, la suerte, el destino, la brujería o el castigo de Dios; esto no existe, son conceptos creados para darle una explicación a lo que sucede.

Tenemos “Libre Albedrío”, que es la libertad de escoger cómo deseamos vivir, sea bien o mal, y hasta Dios mismo respeta esta decisión. Cuando a ciertas personas les va mal, es porque existen motivos que producen esto, como cuando actúan contra la Voluntad de Dios y el “Plan Divino de Perfección”, perdiendo la felicidad de la vida. Dejemos que el “Plan Divino de Perfección” se manifieste; no vayamos contra él.

Hay quien tiene como “Plan Divino” ser facilitador de la “Enseñanza Espiritual”, cocinero, músico, odontólogo, maestro, aeronauta, monje, mecánico, consagrar su vida al servicio de los demás, siempre y cuando esto dé felicidad.

Cuando te sientes infeliz, significa que estás yendo contra tu “Plan Divino de Perfección”. Todo posee su “Plan Divino de Perfección”, que es tener gusto por lo que se hace, produciendo armonía y felicidad. Si nos sentimos tristes, infelices, desgraciados y frustrados con lo que hacemos, quiere decir que estamos contra el “PLAN DIVINO DE PERFECCIÓN”, y debemos preguntarnos: “¿Qué quiero hacer realmente? ¿Qué me haría feliz? Y entonces, cambiar el curso de nuestra actuación, realizándolo. Afirmemos: “Yo Soy el cumplimiento de mi Plan Divino de Perfección”.

TODOS TENEMOS UN CONCEPTO INMACULADO


Todos tenemos un “Concepto Inmaculado”, que es el estado de Perfección de la Divinidad; nuestro verdadero “Ser”, Puro y Perfecto, sin problemas ni sufrimientos, en completa “Bienaventuranza Espiritual”, sin imperfecciones, problemas, enfermedades, carencias de ningún tipo, pobreza, conflictos, dudas o fealdad. Es el patrón puro y perfecto, inteligente, amoroso, bello, saludable, opulento, compasivo, que tenemos como “Designio Divino”.

Toda situación, lugar o cosa tiene su “Concepto inmaculado”, que es la perfección, el cual puede ser sostenido y manifestado a través de nuestra mente y nuestros sentimientos. Para que se pueda manifestar, aceptemos que podemos ser y exteriorizar perfección, visualizándola, mentalizándola, contemplándola y decretándola, para que se exprese. Uno puede decretar que se manifieste el “Concepto Inmaculado” del hogar, la empresa, una situación, determinada cosa, el país o lo que desee.

La Madre María le sostuvo a Jesús el “Concepto Inmaculado de Perfección” durante toda su vida, y por habérselo mantenido durante tres horas en el Calvario- visualizándolo puro y perfecto en su mente, mientras Él estaba clavado en la cruz-, logró que resucitara al tercer día. Es visualizar la perfección aunque andemos en un mundo lleno de problemas y limitaciones.

Podemos decretar: “Yo Soy el Concepto Inmaculado de mi Plan Divino de Perfección”.

APRENDIENDO A DESARROLLAR CONCIENCIA



La mayoría de las veces actuamos por inconsciencia, que es no darnos cuenta de las cosas; actuar sin conocimiento, sin reflexión, ignorantemente, desinformados, dormidos, superfluamente, sin profundidad, sin conocernos, sin claridad en la profesión, en la sexualidad, el camino espiritual escogido, la relación familiar y el lugar donde vivimos.

Podemos dejar de estar inconscientes. Cuando hay libertad de actuar, descubrir, investigar y darse cuenta, se desarrolla la Conciencia. El apuro, hablar en demasía, el desorden físico y mental, el exceso de trabajo, el estrés, la ingestión de alcohol, cigarrillos y drogas, nubla la percepción autoconsciente, produce inconsciencia, y esta causa sufrimientos.

Mientras vivimos en conflicto, no podemos conocernos ni tener conciencia.  Al no estar claros, actuar sin autoconsciencia, la vida es un caos, generamos sufrimientos, e incluso estamos inconscientes de que sufrimos, porque es tanto el desastre, que no percibimos la confusión; tenemos traumas, complejos, pero creemos que son los demás los que están mal. Esto se traduce en rechazo y terquedad. El estar mal con el entorno produce rebeldía, desorden y desobediencia. No estar claros en un punto de la vida hace que, por Principio de Vibración, no estemos claros en muchas cosas más.

Concienciemos: “Yo Soy el punto de conciencia por donde Dios se da cuenta del mundo”. Conciencia es darnos cuenta de las cosas, el reconocimiento de la realidad, lo que está sucediendo alrededor y dentro de nosotros, lo que estamos haciendo, las cosas que nos rodean, lo que vemos y percibimos, el conocimiento que tenemos, las percepciones, ideas, sentimientos y deseos, donde estamos, las características de todo, cómo son y qué son las cosas, qué significan, sin que nadie nos las diga.

Es lo contrario de estar dormidos, inconscientes y distraídos, ignorando. Tenemos dos ámbitos de consciencia: el externo y el interno. Este último es darnos cuenta de la esencia de nuestro SER DIVINO.

Sentémonos solos donde nadie nos perturbe, a darnos cuenta, a concienciar. Esto es algo místico. Concienciemos, observemos, descubramos dónde está el centro de consciencia, la fuente que nos hace pensar dentro de nosotros, que se identifica y dice: “YO SOY”. Eso es Conciencia. El Cristo actúa a través de la conciencia, dependiendo de la observación, de lo que nos demos cuenta y observemos.

La “Consciencia Despierta” no la tiene el que estudia la “Enseñanza Espiritual”, si no el que se da cuenta de las cosas, sea místico o no.